martes, 20 de abril de 2010

Mi mejor amigo

Hoy quiero presentaros al que puede llegar a ser vuestro mejor amigo: Un objeto con múltiples cualidades, con diferentes estilos de vida, que te ofrecerá una buena y fiel compañía y con una competencia más que numerosa. Y siempre con la posibilidad de elegir otro que lo reemplace.
Para daros más detalles sobre éste me centraré en sus aspectos más personales: en cuanto a tamaño puede ser grande, pequeño o mediano, incluso si existiese término medio entre las tres medidas podría también serlo, como me ocurre con la talla de pantalón. Este objeto a veces es marrón, como el tronco de los árboles, otras verde, como el césped del jardín de papá, amarillo, como cuando un niño pinta el Sol, o violeta, como lo que dio nombre a mi blog. Además tiene dos caras, en una lleva su nombre y en la otra cuenta como es. Su tacto no siempre es liso, como el culito de un bebé , también puede tener rugosidades, como el rostro del abuelo Lolo. Con el sol le salen pecas, como suele pasarle a mi cara y con la lluvia puede estropearse, como le ocurre a mi pelo. Aunque no suele ser muy común, cuando era niña me regalaron uno redondo pero a medida que crecí por todas partes lo veía de forma rectangular.
Este peculiar objeto, como las personas, también ha ido creando su propia personalidad, una personalidad a veces confusa, ambigua, incluso contradictoria. Puede ser el más alegre, como Heidy cuando vivía en las montañas o en cambio puede sentirse el más triste y desdichado, como cuando se mudo a la ciudad. A veces paso horas eternas a su lado, disfrutando con cada una de sus sabias, o misteriosas, o increíbles, incluso tristes palabras, en cambio otras a penas puedo aguantar cinco minutos a su lado, él se convierte en el ser más aburrido que podéis imaginar. No es un amigo como otros en cuanto a la comunicación, él no sabe hablar, como las personas mudas, pero sabe aconsejarme, como los buenos amigos. Si tuviera que seleccionar la mejor característica de él me quedaría con la magia que desprende: una magia con la que descubrir emocionantes historias ya vividas y otras tantas que están por llegar; historias llenas de fantasía, de princesas y dragones; historias contagiadas de misterio, de asesinos y asesinados; historias dolorosas, de enfermedades y muertos; historias de amor, enamorados y amantes; historias locas, apasionadas y apasionantes; historias de guerra, con bombas y bombardeados y tantas otras que no llegarías a imaginar.
Él es el mejor compañero y hasta tú, con un lápiz y papel, como los antiguos escritores, o con las nuevas tecnologías, como los que hoy intentan serlo, puedes llegar a crearlo. Yo ya me lo propuse. ¡Hazlo!

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