miércoles, 31 de marzo de 2010

Una vuelta al presente...

Cuando crees haber olvidado esa etapa en la criticabas todo lo "bueno" que sucede a diario en este nuestro alegre y perfecto mundo, tienes la suerte, o no, de encontrarte con ella de nuevo.
Has estado un tiempo en otras cosas, en otro mundo, y contando otras historias totalmente evasivas y diferentes, quizás haya sido solo por olvidarte de tanta caricatura. Me alegro de que solo dos horas de una buena pelicula me estén llevando a ello.
Y es triste que aún sigamos levantándonos cada mañana fijándonos en nosotros mismos y preocupándonos del grano de turno con el que nos hemos levantado y ha estropeado esa esperada cita o de que coño ponernos para no llevar la misma ropa que el día anterior si vamos a exponernos a los mismos espectadores. Nosotros tenemos esa suerte, vivimos una buena época, compramos en El Corte Inglés, ya no decimos Pryca, nos permitimos el lujo de pagar cada vez más por comer en el nuevo restaurante que inauguraron la semana pasada o hasta decidimos comprar Ferrero Rocher porque Paloma Cuevas nos convence de tal forma que el sabor de los que hace mercadona ya no tienen nada que ver. Y todo esto sin contar lo inteligentes y buenos que son nuestros hijos aunque estén en comisaria por haber intentado, porque solo fue intentar, robar el último mercedes-benz (increiblemente seguro y cómodo) que salió hace algunos meses al mercado. ¡Qué equivocados estamos! Y lo que es peor: ¡qué felices somos".
No es por tocar las narices ni por amargar vuestra envidiable vida, es simplemente por tomarme las molestias de haceros (y hacerme) recapacitar, pensar antes de cometer el error de insultar y echar a patadas a un pobre vagabundo que encontremos la mañana siguiente tirado en el suelo de nuestro portal. Porque sí, porque esa es la verdadera realidad, lo que tenemos día a día frente a nosotros y nos negamos en ver. Que fácil es pedirle cuentas al gobierno y echarle la culpa de todos a los políticos que "tanto" hacen por representar a su pueblo, ¿en qué nos estamos convirtiendo? No somos esclavos de nadie, ni ninguna persona toma las decisiones por nosotros. Gracias al gran esfuerzo y el enorme trabajo de nuestros antepasados hoy somos libres y podemos cruzar la frontera sin tener que pedir cuentas a un dictador o una tropa de ellos que nos lo impidan. Me da verdadera pena que estropeemos de esta forma la herencia que nos dejaron.
Hoy vi una de esas peliculas que te hacen pensar de verdad, es alomejor el motivo que me ha llevado a reflexionar decidiéndome a escribir este articulo que leerán dos personas contadas, porque no quiero engañarme: así será. En nuestro mundo solo importan los programas del corazón o sentarse a observar como un grupo de desvergonzados se tiran los trastos a la cabeza mientras son observados por millones de espectadores, y todo ¿sabeis por qué? porque nosotros somos tan listos que en vez de leer cuatro renglones donde reconozcamos que no somos más que conformistas copias de los otros, vemos la telebasura que día a día nos enseña tantísimo. Abramos los ojos y observemos cuanta "mierda" nos rodea, alomejor no son más pobres los miles y miles y millones y billones de personas que están ahí fuera, en otro mundo totalmente diferente al nuestro, por tener un pedazo de pan cada tres semanas que llevarse a la boca, alomejor los pobres somos nosotros que no tenemos corazón y que consentimos con nuestros granito de arena destinado a los mensajes que enviamos al grupo de "periodistas" que comparten las tardes con nosotros en telecinco, que llegue a los más necesitados.
En fin, solo me queda recordaros que os quejeis al gobierno que seguro que no es suficiente con lo que ya tienen encima como para añadirles a sus "responsabilidades" el esfuerzo de enseñarnos a ser PERSONAS, palabra que dudo mucho sepamos el significado.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Runaway

Hay días en los que solo te apetece tirarte en la cama, mirar hacia el techo y mantener la mente totalmente en blanco para no pensar en nada. Por desgracia, o no, sabes que eso es imposible que te suceda.
Tu cabeza es como el hipocentro donde se origina un nuevo terremoto, es ese punto que se convierte en el epicentro a medida que ascienda a la superficie y que después arrasa con todo lo que encuentra en su camino. Pero con una gran diferencia: el fenómeno natural trás unos minutos, quizás unas horas, acaba, dejando atrás numerosos destrozos y en ocasiones multitud de cuerpos sin vida, en cambio, tu cabeza está llena de vida, y los destrozos que ocasiona son unicamente sicológicos, sin encontrar la fecha exacta para ponerlos fin. Esos incansables pensamientos caminan de un lado a otro sin dejarte a penas respirar, intentas convencerte de que en realidad no es tan malo, que incluso algunos días disfrutas haciendo que esas ideas fluyan sin descanso, pero finalmente llegas a la conclusión de que no es así. Sabes que necesitas un descanso, quieres llegar a un punto donde tu cuerpo domine a tu cabeza, es probable que te suene extraño, de sobra sabes que esa no es la solución adecuada. De la manera que sea debes parar esto, imagina que los terremotos no acabasen, imagina que los destrozos siguieran creciendo y que los miles de muertos se convirtiran en millones, imagina que no es uno el pueblo que queda destrozado, imagina que son demasiados los pueblos que lleguen a destruirse, imagina que llegue un punto en el que la muerte supere con creces a la vida que hoy existe, si sigues imaginando ya no estarías aqui.
Ahora cierra los ojos, mira en tu interior y sin pensar demasiado recuerda estas últimas palabras, después, abrelos, mira lo que tienes a tu alrededor y preguntaté qué es lo que verdaderamente importa.

martes, 16 de marzo de 2010

¿Volverá?

Otro suelo: ya no hay gotas.
Camina despacio en la misma dirección: todo recto y a la derecha. Ya no está. No hay ningún cerrojo en la puerta. Los espejos reflejan lo irreal. No existe el sonido que produce el chorro de agua al descender por la tubería. No se oyen golpes secos. Los vasos no brindan con el lavabo. El silencio sustituye a las canciones. Los ojos atraviesan la puerta. Las rodillas han perdido su aguante. El protagonista grita, es más alto. El pelo cae sin ataduras por la espalda. Los labios: vivos y brillantes. Camina despacio en la misma dirección, el camino está cortado. Las paredes son las culpables. Las baldosas son las culpables. Las habitaciones son las culpables.
Otro suelo: ya no hay gotas.

lunes, 15 de marzo de 2010

Eso, jamás cambiará

Trás cinco minutos con la mirada perdida en la cerradura y una mano cada vez más nerviosa que busca en el interior del bolso negro que siempre te acompaña, consigues dar con las dichosas llaves. Abres la puerta, el calor familiar invade tu cuerpo pero la soledad te hace sentir extraña; no hay nadie, nadie sale a recibirte. Paseas por los pasillos que odiaste hace meses, ahora parecen encantarte más que nunca; sientes que no estás sola, ahora los recuerdos se convierten en los nuevos inquilinos; ya no te quejas de los muchos peldaños que tiene la escalera, ahora te paras a contarlos; a pesar de querer encontrar tu habitación cuanto antes no sigues una dirección fija, por primera vez te encuentras con miles de ellas; Al fin te sitúas delante de ese pomo y con las manos sudorosas pones más empeño que nunca en abrir la puerta que tantas veces cerraste fuertemente, victima de tus ataques de rebeldía; miras al frente clavando tus pupilas en la luz que entra por las rendijas de las ventanas de madera que tanto te gustaban; todo lo que te rodea son vivos reflejos de aquellos años. Los cuadros, las fotos, el espejo, el reflejo de la cama, las sábanas, el calor del que hablé antes, y cada rincón del pequeño escenario que representó durante tanto tiempo numerosas obras. Allí está todo guardado, por ello no pudiste evitar sentarte en el suelo y destapando cada recuerdo en tu memoria rompiste a llorar. Ahora comprendes que ya no eres la misma, que las cosas han cambiado y que no hay vuelta atrás. Tu cuerpo ya no pertenece a ese lugar, debes asumirlo, pero tu personalidad, en cambio, se ha labrado en esa casa, ha recorrido esos pasillos, ha odiado cada uno de los peldaños que ahora cuentas y ha ido dejando una huella distinta en cada una de las baldosas de la habitación que un día fue tu única y fiel amiga. Eso, jamás cambiará.

domingo, 14 de marzo de 2010

Calma y tempestad

Es como volver a aquellos días cuando te sentias tan extrañamente especial; volver a las sonrisas que llevaban a las alegrías, o a las intensas charlas donde descubrías tu verdadera identidad. Es el abrazo más sincero que jamás ante recibiste, y son los mejores besos que supieron regalar tus labios. Aún queda mucho por descubrir, todavía existen nuevas maravillas que creíste no encontrar jamás.
Olvidate de los pensamientos ambiguos, devuélvete la pasión y la seguridad de aquellos días; escucha a ese gran individuo que llevas dentro sintiendo con delicadeza y sinceridad cada uno de los latidos.
Y vuelve a creer, en las promesas, en los hechos o en todas las caricias que estarán por llegar. Eso si, no te olvides de lo más importante: eres la única que sabe pensar arriesgando.

viernes, 12 de marzo de 2010

Parece que eres diferente en esos momentos, te dejas llevar por las sensaciones que te provocan esos garitos, las vibraciones del ambiente, el estridente sonido. Demasiada gente que va y viene, personas que hasta dudas que lo sean. Es la noche, es el alcohol, son los decibelios, o las pasiones escondidas, son los secretos, las confidencias, las falsas amistades; son las dudas, las inseguridades, las caricaturas, las sonrisas que esconden ironías, las mentiras, las miradas.
Es ese maldito humo que te impide pensar,
es ese maldito humo que traiciona,
es ese maldito humo que te lleva a otro lugar.

jueves, 11 de marzo de 2010

Dulce Violeta

Fue tu seudónimo el que captó mi atención. Después, aquella primera mirada, fija, segura, penetrante. Con eso bastó para que desde ese preciso momento hayas sido tú lo único que durante el día ocupa mis pensamientos y por las noches se acuesta a mi lado. Insisto en negarme que no te conozco porqué me da la sensación que así es. Reconozco esa luz en tu mirada al igual que me atrevería a afirmar que bajo ese sobrenombre se esconde tu verdadera identidad. Esa es la razón por la que desde que me fije en ti solo sueño con adentrarme en tus pensamientos y ratificar la verdad de mi intuición. No imaginarías la cantidad de extraños y diferentes sentimientos que han sido capaces de crearse dentro de mí con tan solo dos palabras y esa extraordinaria a la vez que engañosa luz en tus ojos. Una luz equívoca, con gran capacidad de atracción que resto importancia a la increíble belleza que irradiaba tu físico, aquella que apenas tardó en extenderse entre el incesante y diario murmullo.
Nunca habría podido imaginar que un simple juego de presentación donde el profesor nos propuso conocernos bajo un seudónimo despertará en mí tal embrollo de sentimientos.
Allí estabas, sentada junto a la puerta principal, cuando con ayuda de tu fina y blanquecina mano derecha propulsaste parte de tu claro cabello despeinado por el viento hacia atrás, y depositando, por casualidad, tu mirada en mi, dijiste: “Dulce Violeta”.

miércoles, 10 de marzo de 2010

...

Llevo minutos delante de la pantalla decidiendo si presionar el botón que rompa todas las reglas o si en cambio es mejor seguir cumpliendo las ya impuestas; esa es la lucha del día a día. Es cierto, pensar demasiado no es, quizás, lo más acertado. Tampoco lo es lanzarse al vacio en la primera de cambio. Admito que me sorprendiste al afirmar que envidiabas esas horas y horas de rebuscados pensamientos. Cada vez pienso que sirven de menos. Aún así es lo que me caracteriza y mentiría si negara que me apasiona hacerlo. No quiero radicalizarme ahora decantándome por la impulsividad, pero no descartó tenerla en cuenta más a menudo. Al fin y al cabo, ¿cuánto tiempo nos queda aquí?

martes, 9 de marzo de 2010

"Solo sé que no sé nada"

El día que tomé esta decisión lo hice insegura: quizás fue el miedo a equivocarme,quizás la falta de fé en mí misma. Y me propuse seguir, mirando hacia adelante olvidando cada miedo.
Ahora afirmo estar cumpliendo mis objetivos: No quiero precipitarme, disfruto de cada instante.Estudio y me estudio; investigo e indago. Me asombro con los tantos rincones que quedan por conocer. Me ilusiono pensando en los tantos agujeros que un día quisiera tapar.
Aún sé que me queda mucho: confirmo no saber nada.

Pequeñas cosas que sueles imaginar...

(...) En una casita antiquísima, con el espacio necesario en medio del otoñal bosque; pensando las miles de historias que puedes plasmar en tus cuadernos; y hacerlo mientras escuchas los acordes de una guitarra que alguien está tocando a unos pocos metros de ti, una persona especial, quizás, que aparezca de repente o que simplemente esté en tu pensamiento como todo lo demás, como los paseos en bicicleta observando todas esas hojas que caen sobre nuestros cuerpos de los árboles, tan diferentes; o como aquel sonido de los pequeños animales acuáticos que se esconden bajo ese rio que no dejas de mirar, sentada en tu sillón de mimbre situado frente a la puerta principal, ese que a veces te impide diferenciar como suena cada nota en el teclado de ese viejo pero tan dulce piano...
(...) Son sólo pequeñas cosas, pequeñas cosas que sueles imaginar...
http://www.youtube.com/watch?v=LfQrm1S4K-I

Mu-sicología

Como uno de esos grupos que salen con sus mochilas al hombro cada mañana y pasean incansablemente por las numerosas calles londinenses, o como esos solistas que se dejan la voz en los pasillos que unen las distintas estaciones de metro, o como los tantos músicos, porque lo son, que cada día se olvidan de la meteorología y con tan sólo un instrumento como acompañante se enfrentan a los millones de oídos que viajan en todas direcciones. (...)
Es así como me sentía allí, bajo las soleadas avenidas de Oxford, y es así como me siento aquellas mañanas al escuchar el melancólico sonido de ese violín, y supongo que es así como me sentí en ese pequeño gran teatro donde intentan crecer aquellos que como yo luchan por su mayor pasión.

Hablemos de personas...

Como cuerdas tensas y bien afinadas de un violín incansable e impaciente, cuerdas que día a día pelean por exponerse a un nuevo pentagrama, por crear un nuevo movimiento, por enfrentarse a la mejor de las melodías.
Nea es un Violín que inició su carrera en las modestas escuelas de un pueblo gallego, pasando por los ricos teatros de los rincones más desfavorecidos para acabar exponiendo cada una de sus notas en los más prestigiosos escenarios.
Siempre con la presencia de un público: duramente crítico en ocasiones; en otras, sin embargo, con gran y merecido reconocimiento. Ella lo almacenaba todo en la memoria de su diapasón, aceptando a aquellos que no supieron entender su peculiar y personal manera de tocar pero aprendiendo de los pequeños desafines que a veces le hicieron perder el ritmo.
Ahora afirma no ser solo aquel inocente aparato que vio crecer la ciudad gallega, ahora asegura ser todos y cada uno de esos públicos, escenarios, y singulares lugares que han pasado a lo largo de su incansable trayectoria. Decantándose por el público que le enseñó a escuchar la música de los años 70 y agradeciendo a todos aquellos “amigos” de cuerda que un día le ayudaron a ajustar sus clavijas.
Como cuerdas tensas y bien afinadas de un único instrumento capaz de almacenar un sinfín de melodías; que se equivoca de nota pero que se esfuerza por perfeccionar la siguiente.

No dejes que sean solo leves recuerdos...


"No dejes que sean solo leves recuerdos de aquellas películas en blanco y negro que te vieron crecer..."
Películas en las que podía observarse la diversidad de personas de diferentes culturas que paseaban por aquellas avenidas; avenidas tan extensas como el conjunto de todos los pasillos que unen las estaciones de metro; metro que envuelve al turista como si se tratase de un laberinto, regalándole estrés o alivio y sobre todo el buen sonido de aquellas bandas, grupos o solistas que incansables deleitan a éste con su maravillosa música.
Una música que acompaña durante la estancia por la gran cantidad de barrios, desde lo más peculiar y artesanal al pasear entre los mercadillos de Candem hasta las mejores bandas sonoras que se escuchan en los lujosos teatros de la zona del West End; teatros que rebosan arte y cultura a través de la representación en primicia de los más innovadores musicales que acogen a una inmensa cantidad de público; público que llena los numerosos museos codeándose con los más celebres artistas e intelectuales, como el Madame Tussauds.
Sin dejar de sorprenderse con los espectaculares y coloridos carteles publicitarios, los caminantes se pierden en el interior de los característicos taxis que no dudan en detenerse en uno de los casi excepcionales y más famosos pasos de cebra de Abbey Road. Aquella foto de Los Beatles que se inmortalizó en numerosos cuadros hoy expuestos en los escaparates siendo el centro de todas las miradas. Cuadros en los que suele destacar el tono rojizo de las cabinas tan típicas que ocupan gran parte de sus aceras. Aceras donde poder posar junto a los “risueños” guardias que te recuerdan a los diminutos soldaditos con los que jugabas cuando eras niño, siempre fieles a su papel de responsabilidad; responsabilidad que aún superan sus compañeros del Buckingham Palace, famosos ellos por sus cambios de guardia, acompañados de una altiva mirada bajo el exuberante casco que les impide disfrutar de los momentos soleados y ocupándose de protegerlos en los lluviosos, ¡qué no son pocos!
Y es que su cielo se tiñe de una gran gama de azules celestes y tonos blanquecinos aportados por unas nubes que parecen tener vida propia, a las que poder dar millones de interpretaciones imaginando todo tipo de figuras; unas figuras que solo el Támesis sabe como ningún otro río reflejar en sus caudalosas y tranquilas aguas. Aguas cubiertas por los grandiosos puentes de los que presume: Westminster sea quizás uno de los más visitados. Desde él podrás fotografiar el cuerpo dorado envejecido en contraste con el tono plateado que encabeza y extiende hacia el cielo, de uno de los edificios por excelencia que visten de elegancia a una ciudad como esta. Es precisamente el Big Ben el elegido para cerrar este bonito viaje que ha sido solamente fruto de tu imaginación.
(…)Hazte ahora protagonista de ellas dándole color a tu vida y disfrutando de la magia de una ciudad como Londres.

lunes, 8 de marzo de 2010

El amanecer de las violetas

Y comenzaré dando dulces tropiezos, respirando por las pupilas de mis ojos y con las manos llenas de palabras...